Pedir perdón para mejorar tu bienestar mental

 

El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás en paz tu alma y la tendrá el que te ofendió.

Madre Teresa de Calcuta

 

¿No pensáis como yo que nuestra sociedad cada vez está más agresiva?

A mí me da miedo ver en las noticias, cómo se respira más rencor y odio por todos lados. Especialmente en estos días, en los que la gestión de la pandemia provoca tanto malestar en unos y otros. Y qué decir de los disturbios provocados por el homicidio del ciudadano negro en Estados Unidos.

También se ve en la violencia doméstica que padecen muchas mujeres. Una agresividad desmedida que me da mucho que pensar.

Una cosa es aceptar las injusticias, que no debemos, y otra es gestar en tu interior un sentimiento que en vez de unir, provoque desunión y discordia.

Debajo de todos esos sentimientos de odio y rencor está la falta de perdón que existe.

Ésto podemos y debemos cambiarlo uno a uno en su vida, porque la sociedad no es más que la suma de una serie de personas independientes.

¿Cuántas veces has oído o sentido el “no puedo perdonarle” ante cualquier mal gesto que ha hecho alguien querido?

Te equivocas, no existe el no puedo, existe el no quiero.

El perdón no es un sentimiento, como dice la Madre Teresa de Calcuta, es una decisión.

Espero que puedas profundizar esta idea y aportar tu granito de arena a bajar la agresividad en nuestro entorno.

¿Qué pasa dentro de ti cuando no perdonas?

Tomar la decisión de perdonar es otra de las formas que tenemos de dominar nuestra mente.

Como ya hablamos en ver el vaso medio lleno , tenemos que controlar y dominar nuestros pensamientos negativos que nos impiden tener bienestar mental.

Y esos pensamientos son los que nos impiden perdonar.

Cuando estás en una situación de este tipo, te llevas una decepción muy grande respecto de lo que esperabas del otro. Esto te provoca una serie de emociones como el enfado, la ira, la tristeza.

Si no perdonas, esos sentimientos se van arraigando en tu interior y cubren de negatividad cualquier acción que venga de esa persona.

Además el no perdonar tiene efectos en tu salud. El rencor se relaciona con subida de la presión arterial con sus consiguientes efectos y puede provocar depresión y ansiedad si se vuelve crónico.

¿Por qué nos cuesta tanto perdonar?

La sensación o sentimiento que te deja el que una persona querida te haga un mal gesto o no te trate como tu hubieras querido no se puede evitar.

Seríamos robots o seres sin afecto. 

Y no lo somos.

Te deja dentro un enfado o desazón, que según como se vayan desarrollando los acontecimientos se puede ir difuminando hasta desaparecer, o se puede ir enconando dentro, convirtiendo todo lo que se refiera a esa persona en mucho más negativo aún.

Así que, si nos dejamos llevar por nuestro sentido más impulsivo y menos racional, nos será imposible decidir perdonarle.

Además, el perdonar se ha interpretado erróneamente como signo de debilidad. No existe una línea clara ante la sociedad entre, perdonar al otro, y ser un sumiso al que se le puede doblegar cuando se quiera.

Incluso respecto a la supervivencia natural el estado de odio ha servido para proteger a la tribu y estar alerta ante cualquier ataque. Pero el ser humano tiene la capacidad intrínseca de perdonar.

Es por esto que tiene que intervenir nuestra parte más racional del cerebro para conseguir diferenciar, lo que tú has interpretado de esa acción, de la acción en sí misma.

Y reconocer que no ha tenido ese nivel de importancia que tú le has dado. Que esos sentimientos de rencor y malestar que te han provocado, no van a ayudarte a enfrentar otra situación parecida que nos pueda ocurrir.

Otro error que provoca que nos cueste perdonar es ver el resultado en el otro al que tienes que perdonar y no en ti.

La respuesta al perdón tiene que ver con la mejoría en ti. Todos las consecuencias positivas que tiene el perdonar tienen que ver contigo, tanto si perdonas a otro como si te perdonas a ti.

Te elimina todas las sensaciones y pensamientos negativos que te provocan malestar mental y es en ello en lo que queremos trabajar.

¿Qué significa perdonar y qué te provoca?

Perdonar y pedir perdón para mejorar tu bienestar
Mujer pidiendo perdón en sus oraciones

 

Ya lo dijo Jesucristo hace más de 2000 años: “Hay que perdonar setenta veces siete” y en mi opinión es de las enseñanzas más importantes del cristianismo.

Pero ¿qué significa en ti perdonar?

Son tantos los beneficios que ocurren en nosotros cuando perdonamos que, aunque en el momento más negativo de la situación que ocurre no lo veas, cuando lo haces racional y lo consigues, son fácilmente reconocibles:

  • Te trae paz, cercanía, reduce tu sufrimiento y te hace más feliz.

 

  • Te ayuda a expresar tus emociones. Ya sea con otros o contigo mismo, te trae la emoción a la consciencia y eso te mejora tu salud mental.

 

  • Te mejora la empatía hacia el otro. Aprendes a ponerte en la piel del otro y puedes ver su punto de vista

 

  • Mejora tu salud. Cuando sientes odio y rencor suben tus niveles de estrés y eso provoca alteraciones en la presión arterial entre otras cosas. Al perdonar baja el estrés y se equilibra tu presión.

 

  • Te hace reflexionar sobre tus errores. No siempre puedes influir, pero en algún caso has sido tú el detonante, y te ayuda a mejorar tu forma de actuar con el otro, en el futuro.

 

  • Como consecuencia a lo anterior, mejora tus relaciones sociales. Ya no ves al otro como un posible atacante y provocador de dolor, y te vuelves más cooperativo e integrante de un grupo.( Y no hay que decir lo necesario que es el perdón en la relación con tu pareja).

 

  • Aprendes a separar la paz de la justicia y a elegir la primera en algunas situaciones personales. Si tengo que elegir entre tener razón o ser amable, prefiero ser amable. 

 

  • Y otra consecuencia beneficiosa del perdonar es perdonarte a ti mismo. Es fundamental para tu bienestar mental que seas compasivo contigo mismo y no te automachaques cuando hagas algo mal, porque no somos perfectos. 

¿Cómo lograr perdonar? Pasos para conseguirlo

Como casi todo en la vida, a perdonar se aprende y se puede practicar.

Hay personas que lo tienen tan interiorizado que no les hace falta el entrenamiento porque le sale solo, pero hay otras que están muy arraigadas a sus sentimientos primarios e impulsivos y tienen que trabajarlo más.

Hay muchos estudiosos del perdón que aconsejan distintos métodos para lograr perdonar, pero me quedo con el del Dr.Robert Enright, que ha contribuido profundamente en la Ciencia del Perdón, que divide el aprendizaje en 4 Fases:

1.Descubrimiento

En algún momento, uno se da cuenta del daño y estrés que le está provocando ese sentimiento negativo

2. Fase de decisión

Entonces cambias tu visión y te enfocas no en tu sufrimiento sino en perdonar al otro.

3. Práctica

Uno trabaja en llegar a lograr aceptar, que no olvidar, el daño que has sufrido, aunque no fuera merecido.

4. Profundización

En ella reconoces el alivio que sientes y lo que ganas al perdonar.

 


“El beneficio del perdón a menudo es mayor para el que ha sido herido. El resentimiento y la amargura tienen un coste en el cuerpo y la mente que realmente puede perjudicar más. Por eso Enright argumentará que el perdón podría salvar tu vida. Una mente libre de resentimiento y amargura tiene más paz y por tanto, el cuerpo está menos estresado. Reducir el estrés, como todos sabemos, es saludable para nuestra presión arterial, corazón, sistema inmunológico y más. Por lo tanto, más que nada, el perdón es, de hecho, más para tu propia salud que para el beneficio del otro”.

(Extracto del prólogo y presentación del libro de Robert Enright Las 8 claves del perdón que os recomiendo si podéis leer porque aporta una maravillosa visión del perdón de la que todos deberíamos aprender y aplicar algo)

 


Perdona para mejorar tu bienestar mental
Dos personas se piden perdón con un ramo de flores

Conclusión

Con todo esto quiero que te sientes un momento y pienses en tu bienestar.

El estar en guerra con los demás ¿te ayuda o te impide ser feliz?

Y por otro lado ¿qué sociedad quieres dejarle a tus hijos y nietos?

¿Una que está envuelta en una agresividad que hace saltar a las personas ante cualquier mal gesto y que está provocada entre otras cosas por una falta general de perdón?

O ¿aquella en la que la gente viva más en paz, reconociendo que todos nos equivocamos y decidiendo que tenemos que pasar más por alto los errores del otro, y los nuestros mismos, y trabajar en eso porque no siempre será fácil?

Yo creo que tienes claro que prefieres la segunda.

La solución está dentro de cada uno, no se te olvide.

¿Qué es más difícil para ti, pedir perdón o perdonar?

Dejámelo en comentarios, ¡gracias!

 

Por qué nos cuesta tanto perdonar y cómo puedes conseguirlo

10 pensamientos en “Por qué nos cuesta tanto perdonar y cómo puedes conseguirlo

  • 6 junio 2020 a las 16:50
    Enlace permanente

    Para mí es más difícil perdonar, pedir perdón no me cuesta nada

    • 7 junio 2020 a las 10:30
      Enlace permanente

      Hola Isabel, efectivamente es más fácil pedir perdón que perdonar, pero no por eso menos importante. un beso¡

      • 9 junio 2020 a las 17:00
        Enlace permanente

        Querida Paola, es verdad que es más difícil perdonar, pero todos lo trabajamos un poco cada día para quitarnos el rencor de nuestra vida. Un beso

    • 7 junio 2020 a las 21:56
      Enlace permanente

      Buenas noches Sandra
      Me encantan tus reflexiones!! La verdad es que no nos paramos a pensar… Con los años, cada vez me cuesta menos tanto perdonar cómo pedir perdón . El sufrimiento de perdonar, cada vez lo veo más innecesario, hay que ser generoso.
      Un beso!

      • 9 junio 2020 a las 16:58
        Enlace permanente

        ¡Hola Cristina! Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente no perdonar y quedarse con rencor nos hace sufrir innecesariamente. Tenemos que conseguir más paz interior. Un abrazo¡

  • 6 junio 2020 a las 23:23
    Enlace permanente

    Que razón tienes. Muchas veces por orgullo no pedimos perdón.

    • 7 junio 2020 a las 10:37
      Enlace permanente

      Hola¡ Muchas gracias por tu comentario, siempre es buen momento para dar pequeños pasos y cambiar aquello que no nos hace feliz. Un beso¡

  • 7 mayo 2021 a las 04:22
    Enlace permanente

    Que gustazo me ha dado leer tu artículo. Mira que esta información la encontramos de mil formas, pero la presentación es esencial.
    Me alegro haber leído aquí porque lo veo fácil de compartir e interiorizar para mi propio proceso de perdón.
    También me alegra que hayas mencionado lo que dijo Jesus. Lo tengo requetesabido y aún así la aplicación suele ser otra cosa…
    Definitivamente “hay mas felicidad en dar que en recibir” y este texto también creo que se aplica al “dar” ese perdón. Nos aumentamos en felicidad.
    Un abrazo!

    • 7 mayo 2021 a las 08:11
      Enlace permanente

      Muchísimas gracias por tu comentario, lo he escrito como lo siento. Y mi propósito es que lo recibas así, como algo beneficioso para el que perdona más que para el perdonado, como nos enseñó Jesus. Si te apetece lo puedes compartir con personas que creas que necesitan leerlo. ¡Un beso!

Los comentarios están cerrados.