
Desde los tiempos de la Biblia se habla de que hay que vencer las tentaciones del demonio.
Pero el demonio no es un ser de carne y hueso con cuernos y rabo, no. El demonio puede estar escondido en cualquiera de los aspectos de tu día a día, que te incita a no conseguir tus logros a través de sus tentaciones.
Puede ser a través de la procrastinación, de la pereza de salir de tu zona de confort, de una tarta de chocolate con cargamento de azúcar. O de pasarte enganchada en las redes todo el día, en vez de usar el tiempo para tu salud.
Una de las formas de vencer a las tentaciones de tu demonio, además de planificar tus menús, como ya vimos en la agenda del bienestar , es hacer una buena lista de la compra. Así tendrás en casa, aquellos ingredientes y alimentos que hacen que ese momento de ansiedad no sea una tentación. Porque tendrás alternativas que te satisfacen de la misma manera.
Identifica tu tentación no recomendable
Cada una tiene sus tentaciones, por ejemplo, para mí no es una tentación una viena de pan calentita pero a lo mejor para ti sí. Y a lo mejor para mí, la tentación es un bol de aceitunas con todo sus aliños con una cruzcampo fresquita.
Así que tienes que empezar por hacer una lista de las posibles tentaciones de tu día a día, respecto a la alimentación saludable. Porque ya sabes que el primer paso para encontrar una solución es reconocer el problema. Y las tentaciones existen.
Como lo que queremos es que esto no sea una “época en el año en el que me pongo a dieta” sino un cambio de hábitos, es importante que preveas lo que te puede pasar en momentos de debilidad.
Lo que ya hablamos en el post Alimentación saludable, encontrar tu motivación , es que en esos momentos, la motivación flaquea. Y aquí viene cuando tienes que “engañar a tu mente” y hacerle ver que aunque no estemos motivados, seguimos un poquito más.
Por dónde vienen tus tentaciones
A la vez que tienes que identificar tus tentaciones tienes que saber de dónde vienen.
¿Vienen de forma visual porque ante una foto o imágen de lo que más te gusta de la comida basura te visualizas disfrutando y salivando con ella?
¿Viene de forma “obligada” cuando tu suegra, cada semana, hace el hojaldre más rico cuando os reunís todos y que es imposible parar de comer?
¿Vienen de tu interior, de tus pensamientos bloqueantes que te dicen que no seas tonta que por un día que te comas esa hamburguesa con todos sus avíos no pasa nada y que además tampoco es tan mala?
¿O viene de un ataque de “consejos” de tu amiga/hermana/cuñada que te lanza una verborrea de que, “lo mejor es hacer la operación bikini en mayo y en julio estamos perfectas”?
Como ves, hay muchas tentaciones de demonios alrededor nuestra, para hacer tambalear nuestra motivación de cuidarnos. Por eso es importante que las conozcas y que vayas tachando de la lista aquella que son más llevaderas y quedarte con las imposibles de evitar pero sí de suavizar.
Por ejemplo, en la relación anterior de tentaciones, yo me quedaría con la de mi suegra que hace el mejor hojaldre del mundo. Y que sabes que su máxima ilusión es que todos disfrutemos de ese rato y sus recetas. Pues sabiendo que eso va a pasar, intento controlarlo. Cojo un trozo pequeño y le doy coba al plato.
Porque ante la “rayaera” de tu suegra si no lo comes, (“a esta niña le pasa algo”,” ojú ya esta con sus locuras de la alimentación”, “es que nunca sé que ponerle que sea sano”, jejeje ¿me pillas?) a lo mejor te compensa comerlo aunque te venza el demonio en ese momento.
Cómo evitar la tentación a la comida basura
¿Cuál es la mejor forma de vencer la tentación?
Teniendo una buena lista de la compra con alternativas a esas tentaciones.
Te dejo un archivo descargable por si te sirve mi lista de la compra base, como yo la llamo.
Es verdad que varío cada semana ingredientes para que los menús no sean monótonos y aburridos. Pero a mí me soluciona mucho tener esa lista base, de la que se pueden sacar muchas alternativas a desayunos, almuerzos , meriendas y cenas saludables. Y quizás lo más importante son los tentempiés saludables. Porque en esos momentos de hambre, son más difíciles de controlar las tentaciones.
Así que la divido en cada momento del día y así sé lo que me hace falta reponer para que haya de todo ( te recuerdo que en casa somos 6 y 3 de ellos son varones en plena edad de desarrollo así que te puedes imaginar lo que se zampan a deshora).
No sé a ti, pero a mí me es más fácil ir por comidas que por secciones del super, porque me parece que tengo que darle menos vueltas a la cabeza de esa manera.
Y aunque escriba verduras que vamos a gastar esa semana para los menús, luego hay otras que tengo que tener básicas para los tentempiés, y si no las apunto así, luego no me acuerdo. Por ejemplo el aguacate, los tomates sherry o los rabanitos. Me gusta sobretodo que no falten esas “tentaciones” sanas que te quitan en un momento la ansiedad de comer y que aportan nutrientes buenos para tu cuerpo.
Además las frutas las anoto dentro de los tentempiés, ya que es cuando son más recomendables. Así anoto las que son una buena opción de tomar a cualquier hora.
Luego, a esa lista de la compra, le añado el resto de los artículos que se compran en una casa tanto de droguería, limpieza, higiene, etc. Pero de eso no estamos hablando ahora, así que no los incluimos en esa lista que te ofrezco. Además yo hago esta compra de “perecederos” cada semana y sin embargo el resto de la compra a lo mejor la puedo hacer cada 15 días o así.
Conclusión
Tienes que contar con que vas a tener tentaciones de tus demonios que te incitan a no cuidar tu alimentación.
Cuanto antes los identifiques mejor. Porque así podrás controlarlos.
Utiliza la lista de la compra sana que te ofrezco, u otra que tú tengas, pero piensa en todas las alternativas que tienes para no caer en esas tentaciones.
Te vas a alegrar porque es una ayuda a tu cambio de hábitos alimentarios y por lo tanto a tu cambio de estilo de vida.
¿Qué es lo que no puede faltar en tu despensa o nevera como tentación sana? ¿Cómo evitas ese momento de ansiedad a comer algo que no debes?
Déjanoslo en comentarios, ¡nos encanta leerte!