
Cuántas veces has oído o dicho que la ilusión de tu vida hubiera sido tal cosa, pero que, ya con cincuenta, es imposible.
Hacemos nuestras ilusiones o sueños inalcanzables, tal como la palabra lo define.
Tendríamos que pasar a pensar en hechos o metas para que a través de un plan de acción, éstas se pudieran alcanzar, al menos en parte, y así sentir que vas consiguiendo «tu sueño».
Define tu sueño
Hay muchas formas de llamarle a ese sueño.
Mi vocación frustrada, la ilusión de mi vida, lo que me hubiera gustado hacer, yo siempre quería haber sido,…
Y muchas otras formas que todos hemos usado para definir esos sueños que se quedan en eso, por no tomar acción.
Por pensar que era inalcanzable y que no era para mí.
Por no salir de nuestra zona de confort y seguridad cuando alguna vez se nos ha pasado por la mente la frase: si yo hubiera sido…
Así que tienes que renombrarlo, y pensar en ¿qué me encantaría hacer en este momento de mi vida?.
Hay mucha gente que lo tiene claro, pero hay otras a las que, si le preguntas, no te sabrían responder qué le hubiera gustado hacer o mejorar en su vida.
Si eres una de estas últimas, piensa en lo que siempre te gustó de pequeña.
Esas aficiones que te encantaba hacer antes de empezar tu vida profesional.
Aquello a lo que le dedicarías horas y horas, y no te cansaría.
Rebusca en tu infancia.
Seguro que aparecen recuerdos de cuando tú hacías algo y lo feliz que eras entonces.
Ahora tráetelo al presente y dale forma.
Como comento en el post anterior Mejorar tu autohabla, del «no puedo» al «como podría» cambia ese autohabla que no te deja lograrlo y piensa en cómo podrías hacer de ese sueño una acción.
El error de llamarle pasión
Coloquialmente le llamamos a este sueño o ilusión, tu pasión.
Pero la pasión como tal no dura siempre, ya lo vemos en la relación de pareja 🙂
Para tomar acción en ese sueño hay que trabajarlo mucho y de distintas formas.
Y convertirlo en rutinas, hábitos y repeticiones.
Con lo que, si solo lo tomas como una pasión, se va a ir desinflando hasta desaparecer.
Tienes que ser realista, y pensar que a esa acción le vas a tener que dedicar mucho tiempo y que en el camino es cuando tienes que disfrutar.
No sólo cuando consigas tu meta.
A qué actividad de las que te gustan le dedicarías horas y horas todos los días.
Con qué materia te hubiera gustado que te hicieran estudiar en el cole en vez de las «mates».
Y visualízate como experto en esa materia.
Ahora hay que crear la hoja de ruta para conseguirlo.
Cómo crear un plan de acción
Lo primero que tienes que aclarar es el tiempo que quieres o puedes dedicarle a tu sueño.
¿Tienes todavía a tus hijos en casa o padres de los que ocuparte? o ¿tienes todo el tiempo del mundo para estudiar y aprender tus aficiones?
¿Tienes un trabajo que te absorbe casi todo el día? o ¿te organizas tu jornada profesional y puedes sacar tiempo de aquí y de allá?.
Cuando lo hayas definido haz un plan concreto en espacios de tiempo, ya sean meses o trimestres, o lo que quieras.
Te tienes que fijar objetivos en un plazo de tiempo, porque si no, cuando te das cuenta han pasado meses y no has avanzado.
Por lo que lo ideal es según el tiempo libre que tienes para dedicarle, y el objetivo que te fijes, vayas evaluando tus avances.
Y si ves que algún microobjetivo se te atasca, cambia el plan para que no te frene tus ganas de seguir.
Quién sabe si puedes reinventarte económicamente con esa afición o sueño que además te está dando felicidad.
Imagínate que te hubiera encantado ser profesora y tu afición te puede ayudar a montar un taller relacionado con eso y en el que te sientes feliz enseñando a un grupo de alumnos.
O que siempre te ha encantado escribir y a los cincuenta empiezas a escribir un blog sobre el tema que te absorbe tus ratos libres, como yo, jeje.
Hay infinitas posibilidades ahí fuera esperándote.
Conclusión
Con cincuenta años, o alrededor de esa edad, quedan muchos años de vida en los que te mereces hacer lo que siempre te hubiera gustado.
Como dijo Calderón de la Barca «…los sueños, sueños son»
Vamos a materializarlos en objetivos que te ayuden a seguir sintiéndote viva y útil, y sobre todo que te haga disfrutar en el camino de conseguirlos.
Organízate tu tiempo libre, crea un plan u hoja de ruta, y toma acción.
Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el refrán.
Cuéntanos si has conseguido a nuestra edad algo que tenías en el recuerdo como imposible de hacer.
¡Nos encanta leerte!
Parece que me has escrito especialmente para mí.
Gracias Sandra
Gracias Sandra..
Que verdad más grande esa de que d pronto la vida cambia,los hijos mayores,los padres se han ido…..y hay que parar y pensar que es verdad,que ha llegado ese momento d traer los sueños a la realidad…volver a sentirte útil,reencontrarte…..
Cierto todo lo que dices Sandra, todo es ponerse y si es para algo que te va a hacer feliz porque siempre lo tuviste en mente, mucho mejor. Buscar y oganizar el tiempo libre me parece fundamental. Véase tu ejemplo.
Gracias corazón
Gracias Mercedes, así es. Un beso enorme
Eso es Lourdes, pensar un poco más en nosotras. Un beso
Cuánta razón en esta reflexión, Sandra!!! Yo descubrí tarde el mundo de la interpretación y el teatro, materializar escritos y guiones que todavía me piden seguir trabajandolos para editarlos, llevarlos a escena…
Siento dentro de mí que este sueño de MI CHISPITA DE VIVIR quiere seguir creciendo y moldeandose… Tendré qu superar zona de confort, miedos e incertidumbre para seguir dándole vida… GRACIAS POR ACOMPAÑAR 🙏
Que bien Macarena, tú eres uno de los ejemplos de que se pueden alcanzar sueños en cualquier momento de la vida. Animo y a seguir con tu Chispita
Siempre he pensado, si volviera a nacer estudiaría música. Para leer partituras y cantar los tonos sin dudarlo. Madre mía que ilusión! Ojalá me aplique bien tus consejos y lo consiga. Gracias Sandra! Quien te iba a decir a tus 50 lo que estás creando con tu blog?
¡Claro que sí! Ahora es el momento, tú te marcas tus tiempos, no lo dudes, te vas a alegrar enormemente. Un beso
Gracias por tus consejos, creo que hemos o vamos tan deprisa que olvidamos disfrutar en el camino y es necesario recuperar sueños e ilusiones
Así es Lupe, y siempre estamos, en el poco tiempo que tenemos, pendiente de los demás y nos dejamos a nosotras mismas para el final. Podemos cambiar el orden y ponernos las primeras, sin por eso dejar de atender a los demás. Un beso y gracias por tu comentario
Me encantaría aprender a bailar el tango, siempre he dicho a mi marido que en nuestras bodas de plata lo tendríamos que hacer , él también es «bailón», así que sería un doble sueño cumplido.
Todo es buscar el momento de apuntarse a clases.
Pues si, si tu marido te acompaña, ya no tienes excusa desde luego. ¡Animo y propóntelo!