
Siempre se ha dicho que tenemos que enseñar a nuestros hijos con el ejemplo. Esto es, que si lo que quieres es que tus hijos vivan con atención plena en el presente, y no preocupados por pensamientos e ideas equivocadas, que interfieren en ello, debes empezar por ti misma.
Pero en este caso, incluso y a pesar de no practicar con el ejemplo, te animo a que los incites a disfrutar de su presente y no se agobien con miles de inquietudes en su cabeza.
Si en los niños se ha demostrado que la meditación mindfulness es una buena práctica, en los adolescentes, como supongo que habrás notado, es mucho más necesario. Ellos están en una etapa de revolución en su cerebro, en sus hormonas, en sus emociones, y todo ello no les deja vivir su aquí y ahora con atención plena y disfrutando.
Vamos a ver cómo podemos ayudarlos.
El cerebro de los adolescentes
Si quieres echar un vistazo al post donde te conté en qué momento está el desarrollo de tu hijo/a, te dejo el link para que lo leas ahora Bomba de emociones
Pero resumiéndolo, te cuento que en esa etapa, el cerebro se encuentra sin terminar de desarrollar, enredado en un intento de comportarse como un adulto, pero con algunas zonas en proceso de formación. Los lóbulos frontales por ejemplo, son los responsables de tomar conciencia de las consecuencias de sus actos y la impulsividad, y todavía se están formando.
En cuanto a las emociones y el control de las mismas, que dependen de la amígdala, también tienen algunas debilidades pues tampoco ha llegado al desarrollo total. (Eso explica sus ataques de ira espontáneos)
Por otro lado tienen muy acentuada la creatividad, espontaneidad, sensibilidad, fortalezas que le hacen ser personas muy vitales y con muchos planes y sueños de vida.
Y cuando se le tuercen los planes o alguien le falla, les falta poder resetear y recuperarse de cada situación. Así que todo eso les impide vivir el aquí y ahora con atención plena en muchas ocasiones.
Cómo ayudarles a vivir con atención plena
Resulta que a la última persona a la que quieren hacer caso o admitir consejos es a su madre. Eso es así. Ellos creen que saben mucho más que tú. “Que tú estás muy antigua” o que “eso sería así en tu época”.
Con lo que intentar ayudarles se hace más difícil.
Pero si cambias la forma de llegarle y consigues que no vean que les estás ayudando, si no que le creas curiosidad y sorpresa, será más posible que quieran probar el vivir en su presente de forma plena.
Hoy tenemos, y ellos más, muchas distracciones alrededor, sobre todo digitales, que les hacen estar en mil cosas a la vez y no centrarse en nada. No hace falta que digamos cuáles son. Así que, para lo bueno y para lo malo, hay que contar con ello.
En mi curso de experta en Mindfulness y Gestión Emocional, he comprobado que para los adolescentes es una práctica maravillosa para calmar y enfocarse en lo importante.
A primera vista, no tienen la actitud necesaria para conseguir esta atención plena, pero aunque resulte paradójico, con la práctica en mindfulness es como pueden ir consiguiéndola. Y así cambiar la actitud ante su vida presente, que es lo que más van a notar.
Beneficios que les aporta el Mindfulness a los adolescentes
Le enseñará a respirar profundamente en algunas situaciones, y actuar con más reflexión. Les mejorará la concentración en sus momentos de estudio. Y ya sabes que, en esos años, los resultados académicos influyen mucho en el bienestar familiar.
Aprenderán a sentir señales fisiológicas en su cuerpo, que les avisarán de una posible alteración en su comportamiento. Y así mejorar en su autocontrol.
Abrirán el foco en las situaciones que antes le agobiaban, y no se quedarán solo con lo negativo.
Debido a esto último, mejorará su gratitud, ya que apreciarán las cosas buenas que les pasa cada día.
Les ayudará a ser más empáticos y tener compasión con sus iguales. (Muchos de los problemas de comportamiento de esta fase viene provocada por las relaciones y la falta de perdón unos con otros).
El mindfulness también ayuda a disminuir los prejuicios y valoraciones que se hacen de los amigos. Abriendo la mente al no juicio y mirando los hechos como reales, no como yo lo interpreto, se solucionan muchas rencillas equivocadas entre ellos.
Iniciación al Mindfulness
Creo que lo más importante para que se animen, es que no se sientan abrumados por la práctica en sí. Empezar de una forma muy sencilla para que no les parezca imposible.
Pueden iniciar respirando todos los días unos minutos antes de irse al colegio o instituto.
Una vez que tengan la rutina de dedicar ese tiempo a la calma, se puede introducir unos minutos más de meditación.
Es fundamental que no lo vean forzado. De hecho, ellos mismos al ir viendo los resultados en su propio comportamiento a lo largo del día, se darán cuenta que le hace mucho bien e incluso lo pedirán.
Si algún día, como caso excepcional, no se sienten muy motivados a la práctica, no fuerces la situación. Es mejor anular la práctica, que querer que lo hagan, si ellos no están predispuestos ese día.
Esto último debes valorarlo. Si es frecuente que pase, habrá que cambiar algunos detalles de la meditación para que vuelvan a engancharse a ella.
Si crees que podéis probarlo en casa y no sabes cómo, ponte en contacto conmigo y te puedo orientar.
Conclusión
Si hay un sector al que le viene bien practicar la atención plena y el mindfulness, ese es, sin duda, la adolescencia.
Con toda su maraña emocional y psicológica, en esta fase de su desarrollo, la calma, el control de la respiración y el centrarse en el aquí y ahora, le hará mucho bien.
La mejor forma de iniciarlos en la práctica de Mindfulness es con muy poco esfuerzo y siempre que ellos quieran probarlo. Nunca forzándolos.
Ellos mismos van a notar cambios en su día a día, y querrán poner de su parte para conseguir ese rato de calma y conocimiento interior, que tanto bien le hace.
¿Tienes adolescente en casa? ¿Crees que se apuntaría a probarlo?
Déjanoslo en los comentarios, ¡nos encanta leerte!