
Una vez que ya tenemos ingredientes y alimentos sanos en casa, para poder cuidarnos, es fundamental el autoconocimiento y el manejo emocional, para no caer en un hambre emocional y, por consiguiente, una alimentación emocional.
El manejo emocional es importante para cualquier otro objetivo en tu vida, no sólo para la alimentación, así pues, el autoconocimiento es un punto de partida importante si queremos conseguir nuestros logros. Y poder ayudarnos de nuestras capacidades necesarias adecuadas a esos objetivos, para lograrlos.
Y tomar acción en cada aspecto de nuestro bienestar, empezando por la base como es la alimentación sana.
Vamos a verlo más en detalle.
El hambre emocional
Ya sabemos que el concepto hambre es complejo, engloba una serie de procesos físicos, emocionales y psicológicos que cuando están equilibrados, hacen que nos nutramos y tomemos alimentos para calmar nuestra hambre.
Es decir que aunque el hambre sea algo físico, es normal que intervengan los procesos psicológicos y nuestras emociones, a la hora de alimentarnos.
El problema está cuando el hambre emocional resalta por encima de los demás. Es decir, nos dejamos llevar por nuestras emociones frente a esa necesidad, o intentamos acallar nuestros desequilibrios emocionales con la alimentación. Porque puede que la realidad sea que tu estómago no necesita alimentarse.
Este es un claro ejemplo de cómo las emociones pueden convertirse en los capitanes que mandan en tus decisiones. Y tenemos que saber gestionarlas para que no sea así.
El coaching en tu alimentación
Por ello, hay veces que los nutricionistas se convierten en coaching emocionales (de hecho hay una especialidad que es coaching nutricional). Y acompañan a una persona para ayudarla a conseguir recursos para gestionar esas emociones que le llevan a tener malos hábitos alimenticios o a no llevar una vida saludable.
Esto es muy efectivo porque vamos a la base, a los porqués, al interior de la persona.
Una de las razones de porqué no funcionan, en muchas personas, las “dietas”, es porque tenemos la idea equivocada de querer adaptarnos a una forma de vida que no está alineada con nosotros.
Por eso los niños, que son muy sabios, casi al poco tiempo de aprender a hablar empiezan con la etapa de los porqués. Te enseñan a ir al fondo de las cuestiones más rutinarias, que nosotros como adultos dejamos de lado y no indagamos.
Y está bien volver a sentirte como esos niños, y preguntarte todos los porqués que te hagan falta para conocerte. Y saber qué es lo que te mueve en tu decisión de tener una alimentación sana. Mientras más indagues en ello, más fácil será tener una guía de tu vida. Y dejarás de dejarte llevar por las elecciones de los demás, aunque a veces nos creemos que son las nuestras.
El papel de tus fortalezas en tu desarrollo personal
Por eso es importante el autoconocimiento, para conocer nuestros porqués de vida y llevar el mando en nuestras decisiones y elecciones. Sólo dejarnos influir por nuestro porqué.
Al aumentar el conocimiento de ti mism@ vas a poder concretar tus fortalezas, según la Psicología Positiva esas capacidades de desarrollarme de la mejor manera como persona según tus valores de bienestar, que de una manera genética o adquirida a base de hábitos y aprendizaje, llevamos en nuestro yo, incluso aunque a veces ni lo sepamos.
Según el modelo FORTE, que es el que seguimos en el Instituto Europeo de Psicología Positiva, tenemos 26 fortalezas distintas que pueden ayudarte a lograr una vida equilibrada y sana. Cada uno hace un uso personal y único de las fortalezas y, dependiendo de cuál tenga más presente o menos presente, se apoya en ellas para responder a su motivación interior. Así que es importante conocerlas para ello.
Sobre las fortalezas me dedicaré poco a poco en el blog, porque yo que como fiel defensora de la Psicología Positiva, encuentro en ellas la razón científica y evidente de que, dentro de nosotros, podemos conseguir una vida llena de bienestar. Contando con las características personales de cada uno, y la realidad de cada uno, sin tener que buscar una vida ideal que no va contigo.
Practicar Mindfulness aumenta tu autoconocimiento emocional
La práctica de Mindfulness o atención plena te ayuda a conocerte, entre otros muchos beneficios. Una de las consecuencias de este tipo de meditación es que te enseña a des identificarte de tus pensamientos y emociones. Yo puedo pensar que no voy a conseguir un propósito pero no por ello soy un fracaso, el fracaso es mi pensamiento. Yo soy mucho más que mi pensamiento.
Vivir con mindfulness te saca tus fortalezas a flote. Te ayuda a dirigir tus sentidos al momento presente que te rodea y a descubrir micro momentos de bienestar. Y así no ser catastrofista si, en un momento puntual de tu día, tienes una experiencia desagradable. Esa experiencia tiene un presente. Cuando pasa, se convierte en pasado, y yo me tengo que alejar de ella. Está ahí, no la niego, pero ahora mismo seguro que están ocurriendo otras cosas más agradables que no tienen porqué empañarse con ese momento “negativo” del día.
Ahí está nuestro trabajo constante, en ir reseteando nuestra mente, todas las veces que haga falta, y no seguir rumiando todos los pensamientos y emociones que has tenido en ese momento pasado. Por supuesto sin negarlos y sin evitarlos. Y esa capacidad de resetear también te lo da la práctica de la atención plena.
Alimentación consciente
En la alimentación, en concreto, comer con atención plena, lo que en América bautizaron como mindful eating, consigue muchos resultados. Disfrutar en tu momento presente de ese alimento, primero agradeciendo todo el proceso hasta llegar a tu plato. Después dejando que te entre por los sentidos, oliendo, viendo, incluso tocando si se puede, y pensando sobre qué está compuesto, cómo me va a afectar en mi digestión, en mi salud, etc, hace que se convierta en un momento único.
Y no en un patrón automático y rutinario, que te lleva a engullir sin más, en el que pasas por alto la mitad de los detalles positivos que se producen en él. Desconectar de todos los problemas o inquietudes que tienes en tu mente, para tomar como disfrute ese momento, es sanador.
Cambiar la forma en la que nos relacionamos con nuestro alimento, hace que el proceso de masticación y salivación sea más completo y, por tanto, el tubo digestivo tenga un proceso más facilitador, al no tener que soportar gases y acumulación de aire inútiles.
Si encima es un alimento que, según los médicos y nutricionistas, es recomendable para tu salud, ese momento es uno de esos pequeños cambios en tu día a día, que demuestran que puedes tomar acción, para empezar el bienestar por la base: la salud física.
Conclusión
Hasta en la alimentación es importante la gestión de nuestras emociones.
Sabemos que el autoconocimiento y la gestión emocional están detras de muchos de los resultados de los cambios en tu vida.
Mientras más te conozcas, más podrás actuar con respecto a tus creencias y tu forma de ser, y más éxito tendrás en tus objetivos.
Para ello es una ayuda conocer tus fortalezas, y trabajar con Mindfulness en ellas.
Si te apetece profundizar en ello, no dejes de seguir mis contenidos, ya que en breve te compartiré distintas formas de mejorar tu autoconocimiento y equilibrar tus fortalezas.
¿Qué piensas de todo ésto? ¿Crees que te conoces bien, o necesitas un empujón? Déjanoslo en comentarios, ¡nos encanta leerte!