
Como buena seguidora de la psicología positiva, me gusta centrarme más en lo que hay que hacer que en lo que hay que dejar de hacer para conseguir bienestar. (Aunque en el anterior post consideré que era imprescindible hablar de dejar de quejarnos) 😉
Con esa referencia, y habiendo conseguido bajar el número de quejas por conversaciones en tu día a día, creo que el siguiente paso sería utilizar las auto afirmaciones positivas para conseguirlo.
Esta forma de hablarte tiene una relación positiva en tu bienestar, ya que te prepara para ponerte en acción y dar el primer paso cuando se trata de querer mejorar tu vida.
Es enfocarte en lo que servirá para conseguir algo, e ignorar lo que no sirve. Lo asemejo a cuando mis niños eran pequeños y bastaba con que le mencionaras algo, aunque fuera en negativo, para que se le antojara. Así que, si quería conseguir que se le olvidara algo que no podían hacer, no se nombraba. Se convertía en tabú.
Es más fácil de lo que crees. No hablo de milagros, que también los hay, hablo de tomar acción y querer prepararte para cualquier situación a cambiar.
Vamos a ver juntas que podemos hacer para conseguirlo.
Qué son las autoafirmaciones positivas
Si recuerdas las clases de lengua de primaria en las que nos enseñaron las oraciones enunciativas afirmativas o negativas, cada una tenía su característica diferenciadora.
Llevándola al terreno de la psicología, la auto afirmación positiva es una frase que te dices a ti misma con la intención de programar a tu mente para que se enfoque en alguna idea o conducta que tú quieres conseguir. Le das motivación e ilusión a tu mente y le ayudas a que sólo se centre en eso. O sea, le sumas positividad a esa afirmación.
La negativa se centra en lo contrario. Usa adverbios de negación y pone la atención en dejar de hacer una acción. Y eso por sí solo, disminuye la motivación, o simplemente la ignora.
Hablarte en positivo no es más que enfocarnos más en lo que puedes hacer , que en lo que tienes que dejar de hacer. Nuestra mente es algo torpe y como tal es mejor ni siquiera plantearle una afirmación negativa aunque sea con el NO delante. Es distinto decirte : “No debo ser egoísta”; que decir: “Tengo que pensar en lo que le viene bien a mi familia antes que a mí”. (por ejemplo)
Con la primera afirmación te estás autodestruyendo. Nuestra mente sólo coge la palabra egoísta y la une al Yo, y te repetirá sin darte cuenta: Soy una persona egoísta.
Si usas la segunda frase cambia el chip. Y le haces ver a tu mente que hay distintas formas de estar pendiente de los demás, y que están en tus manos. Luego eres capaz de mejorar.
¿Ves la diferencia?
Eso es sólo un ejemplo, pero como eso, todo. Cuesta trabajo porque a lo largo del día estamos siempre machacándonos con afirmaciones negativas .
Hago un inciso para acordarme de una peli, que ponen en la tele cada dos por tres, El negociador, en la que, un experto en negociar con delincuentes con rehenes, le va dando pautas al policía, que le atiende al teléfono, sobre cómo actuar en casos así. Y, lo primero que le enseña, es a contestar cualquier pregunta evitando el NO. El policía, que no es más que el que recibe la llamada y, por lo tanto, no lo han preparado para ello, se pasa un buen rato metiendo la pata, porque a cada pregunta responde con un NO. Hasta que, va cogiendo práctica y, lo consigue. Pues algo parecido podemos hacer nosotros. Es cuestión de intentarlo a base de ensayo-error.
Haz la prueba, e intenta cambiar cualquier respuesta que des, ante las preguntas que se dan durante el día, evitando las oraciones enunciativas negativas. Es difícil, pero con entrenamiento se consigue.
Qué conseguimos con esas afirmaciones y lo que no conseguimos
Como he comentado antes, la autoafirmación te prepara, te da motivación e ilusión para tus objetivos y tus metas.
Te pone en acción y es el primer paso en modificación de conductas.
La persona positiva toma acción para cambiar las cosas. Y ayuda mucho más para ello el hablarte en positivo.
Hay miles de estudios en los que se demuestran que ese primer paso es importante para conseguir algo.
Aunque me centre en lo positivo tengo que hablar de lo que no consigue las autoafirmaciones.
Ya he comentado que por sí solas no hacen milagros. Quiere decir, que no creamos, que por decirte muchas veces una afirmación, vas a conseguir que se cumpla,( y aquí viene el quiz de la cuestión), si no te pones en acción. Así que, como vemos, es sólo el primer paso.
En casos graves de algún trastorno psicológico tampoco curan. Según el profesional que lleve al paciente decida, serán oportunas o no. Siempre hay que consultar al especialista si es necesario.
La base científica de las autoafirmaciones
Se han desarrollado muchas investigaciones sobre si las afirmaciones positivas causan efecto o no en la modificación de conducta. Y según unos y otros llegan a la conclusión de que te predisponen a cambiarla, aunque por supuesto se tienen que dar otras distintas circunstancias para que haya logros.
En este artículo de psicología, está muy bien resumido algunos de los estudios sobre la relación entre autoafirmaciones y cambios positivos, por si quieres echarle un vistazo.
Está claro que sólo con tu pensamiento no cambian las circunstancias externas a una situación, pero sí todo lo que está en tu mano.
Cómo practicar las afirmaciones positivas
Hay distintas técnicas para ayudarte a conseguirlo, pero como yo siempre soy defensora y promotora de la escritura, te propongo utilizarla también para tus afirmaciones.
Para ello, escribe las frases negativas que sueles usar en tu habla diario. Haz una lista de las coletillas que sueles decir en tu día a día que no te están ayudando a lograr tus propósitos.
Ejemplos:
No tengo ni idea de cómo va esto
Nunca consigo lo que me propongo, otra vez lo he hecho mal.
No se me da nada bien__________
No me entero de nada, no sé cuando habéis hablado de eso.
No hago más que equivocarme
Hoy seguro que se me vuelve del revés la mañana.
No me da tiempo a nada.
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Te suena alguna ¿verdad?
Estas son muy generales pero para hacerlo a tu medida tienes que escribir las tuyas.
Para ello puedes utilizar la meditación o un momento de calma y reflexión. En esos momentos te vienen a la mente algunos pensamientos negativos. Aprovecha y recuérdalos cuando estés ante tu lista de oraciones negativas.
Una vez hecha tu lista de lo negativo, en una columna paralela, escribe una afirmación positiva que se corresponda con cada negativa que escribiste. Esas afirmaciones deben ser realistas y estar centradas en actos concretos y en el presente. ( Ej. ” soy capaz de dibujar una cara divertida y así poner en práctica mi hobby del dibujo” en vez de “No sirvo para el dibujo y eso que me hubiera encantado saber dibujar”) O: “no soy nada buena cocinando” cambiarlo por “hoy voy a hacer una receta muy sencilla que les va a encantar a todos”
Sé que al principio te costará trabajo descubrirlas, porque las tenemos muy interiorizadas, pero poco a poco puedes hacer que tu día termine con mejores sensaciones de logro que antes.
Te dejo una plantilla imprimible para rellenarla con tus afirmaciones positivas. La puedes imprimir y tenerla en los sitios que más tengas a la vista en casa. O la llevas en el bolso, si quieres, para verla de vez en cuando.
Repítelas cada mañana como si fueran tu referente para empezar el día. Tienes que creer en ellas y ponerles emoción. Y ser consistente. Hacerlo como cualquier hábito nuevo, hasta que lo vayas interiorizando y puedas pensarlo automáticamente sin tener que leer tu lista.
Ayuda a tu círculo de influencia a cambiar las enunciaciones de negativas a positivas. Es una práctica para ti misma y además creas un ambiente positivo con un pequeño grano de arena ( Tampoco te rayes, a ver si te van a evitar por ser la “frikipositiva” 🙂 Seguro que sabes ver cual es el momento para intentarlo)

Conclusión
Nuestra mente es como un niño pequeño, sólo debes nombrarle lo que quieres conseguir. Porque si haces lo contrario, y le dices que deje de _______, será justo lo que haga.
Todos podemos empezar a mejorar nuestra actitud positiva empezando por nuestros pensamientos y nuestro autohabla. Es cuestión de empezar poco a poco, y sobre todo ser consistentes y perseverantes.
Evitemos tanta carga negativa en nuestras conversaciones y pondremos un granito de arena en mejorar el bienestar de los nuestros practicando las afirmaciones positivas.
¿Te apuntas a intentarlo? Te aseguro que te será hasta divertido.
Déjanoslo en comentarios, ¡nos encanta leerte!