
Si hay algo evidente en nuestro vivir es que cada uno interpretamos la realidad desde nuestro contexto mental único, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.
Y la diferencia entre tener o no tener una actitud óptima para vivir cada día, es darte cuenta que lo que tú estás viviendo no es la realidad absoluta, sino tu realidad.
Vamos a ver cómo.
Qué significa para ti ser feliz
Para cada uno, ser feliz tiene un significado, según tus sueños, tus valores, tu misión de vida, y tu visión de felicidad. Por eso no puede haber un estándar de vida feliz. Hay tantas como personas vivimos en el mundo.
Lo importante es descubrir tu significado y poder alinearte con él. Y buscarlo en tu día a día. No en ese posible día en que te “toque la lotería”, porque eso no es real, y además no depende de ti.
Es importante buscar la felicidad en las cosas que dependen de ti, no en lo que los demás hagan o dejen de hacer. Podrás influir algunas veces en ello, pero no basar tu felicidad en eso.
La felicidad o bienestar se representa tanto a nivel corporal, a nivel mental y a nivel espiritual. O sea, en todo lo que se refiere a emociones, pensamientos, y sentimientos.
Detrás de todo ello está la actitud ante la vida. Por eso es tan importante saber cuál es la mejor actitud para afrontar tu realidad, tu presente. Esa actitud es la que te llevará a tu bienestar.
Cómo cambia tu mente con la atención plena
Todos tenemos en nuestro interior un mundo que nos convierte en lo que somos. Regido por nuestra mente, que puede estar orientada al ser, esa que te enseña a sacar todas tus fortalezas de dentro y compartirlas con los demás, o que puede estar condicionada por lo que pasa a su alrededor.
Esta mente condicionada, o dualista, te lo cuestiona todo, se nutre de situaciones del pasado o preocupaciones del futuro. Piensa que somos seres independientes y en lucha constante con los demás. Lo cual es contrario a nuestra vida real, porque en realidad somos seres sociales que crecen y se desarrollan mejor en grupo que individualmente.
Así que vivir con atención plena o mindfulness (aquí tienes una publicación en la que puedes leer más) te ayuda a ser, más que hacer, y buscar tu ancla en el presente, y ahí conseguir tu bienestar.
Por eso, durante la meditación mindfulness, prestar atención a tu respiración es el mejor ancla que tienes para situarte en tu presente, en tu aquí y ahora.
Si tu actitud, ante cada día, te lleva a esas situaciones pasadas o futuras, no te va a ayudar a conseguir lo que aquí pretendemos: ser feliz en tu día a día. Y no me refiero a no poder referirte a ellas en ningún momento, y hacer como si no hubieran pasado. Si no a hacerlo desde el aprendizaje o la mera información, no para anclarte en ellas.
Claves para conseguir una actitud de ser feliz
1. La primera es aprender la aceptación (en este enlace puedes leer más sobre la aceptación) Aceptar tu vida, no hablamos de resignarse, tu día a día, tus obligaciones, lo que tú has elegido en tu vida.
Aquí es importante que pienses si tu realidad está alineada con lo que tú buscas como bienestar. Si tu vida diaria, por una serie de malas decisiones, no te hace feliz, o incluso te está machacando, es importante reconocerlo, enfrentarte a ello y decidir si quieres seguir en ese camino o cambiar y empezar de nuevo.
Puede ser en tu ámbito profesional, en tus relaciones, o en algún compromiso que te hayas creado altruistamente y que no te llene.
De distintas maneras puedes tener en tu vida obligaciones que no te hacen feliz. Así que es el momento de ser valiente, y pensar un poco más en ti.
Siendo feliz en tu interior, harás más feliz a los que te rodean. Nadie quiere verte mal, sufriendo. Somos seres sociales y lo que nos ayuda a ser felices es ver feliz a los que queremos.
2. Para mejorar nuestra actitud hay algo fundamental como ya he apuntado en la introducción: saber que cada uno interpreta la realidad según sus pensamientos, sentimientos y estado de ánimo. En definitiva, según tu contexto mental.
Este concepto es la diferencia entre ver el vaso medio lleno y verlo medio vacío. Entre ver a otra persona desde sus zapatos o interpretar que su respuesta es un acto de “maldad”.
Entre atrincherarse en una emoción negativa, o abrir tu mente a todo lo demás que está ocurriendo a tu alrededor, que seguramente será positivo.
3. Otra clave importante es saber identificar y gestionar tus emociones. (puedes entrar en el enlace para leer más).
Todas las emociones son necesarias, pero deben estar proporcionadas en intensidad y duración a la situación que la provoca. En el momento que esto no es así aparecen los problemas.
Así que, la gestión de tus emociones debe ser algo prioritario en tu vida. Escuchar a tu cuerpo, cómo cambian algunas sensaciones en él, te enseña a anticiparte a tus emociones, y por lo tanto prepararte para recibirla y sentirla de forma equilibrada.
4. Tener en cuenta que tus emociones te llevan a unos pensamientos es otra clave para conseguir una mejor actitud en tu vida. Muchas veces la emoción que no sabes gestionar hace que tu cabeza empiece a imaginarse y a inventarse los porqués de lo que acaba de pasar en tu presente.
Y no solo se refieren a ti, sino a todo el que está involucrado en ese momento.
Te pongo un ejemplo: Acabas de tener una discusión con alguien, e inmediatamente después te encuentras con un conocido de esa persona y no te saluda de una forma cariñosa, solo correcta.
¿Qué pasa en tu mente? Pues que empiezas a elucubrar miles de pensamientos sobre “qué le habrá contado de ti, que seguro que le ha llenado la cabeza de ideas negativas contra ti”, que “no te ha saludado porque seguro que al ser amigo de esa persona no le caes bien”. “Que es una mala persona por ser amiga de la que te acaba de dejar en ridículo”…
Una serie de pensamientos que se crean en tu cabeza y que sesgan el saludo neutro que te ha dado y lo convierte en negativo.
Técnica para conseguir atención plena
Para separar los hechos de tu interpretación, hay una técnica y una práctica de vida que impulsa eso de una manera radical: la atención plena o mindfulness.
La atención plena te enseña otra manera de relacionarte con los demás, desde tu interior calmado y sabio. Casi nunca somos conscientes de que estamos interpretando mal la realidad.
A través de la atención plena, desenroscamos esa espiral de pensamientos y emociones en las que se meten las experiencias que vivimos. Y nos enseña y entrena en esa actitud que nos hace crecer y seguir desarrollándonos.
Aprovecho para recordarte que en breve saldrá mi curso de Cómo ser feliz cada día desde la Atención plena o Mindfulness. Tendrás más información en próximas publicaciones. Lo estoy preparando con mucha ilusión para todo el que se quiera iniciar en esta maravillosa práctica.
NO necesitas ningún conocimiento anterior en Mindfulness. Solo ganas de empezar a vivir tu vida de la mejor forma para ti. (Te agradezco que me dejes en comentarios cualquier duda o aspecto que más te inquiete sobre esta técnica, para tener seguridad de que estoy incluyendo todos los temas en el curso).
Conclusión
Hemos visto que la realidad de cada uno ante la vida es única y personal, y no la verdad absoluta.
Que suele estar sesgada por tu contexto mental: pensamientos, sentimientos y emociones personales que tiñen ese momento según tu visión.
Que la mejor forma de tener una actitud óptima en tu vida es darte cuenta de ello, y aprender a identificar todo lo que llevamos en nuestro bagaje personal cada día.
Conocer tus pensamientos, gestionar tus emociones, anticiparte a ellas escuchando a tu cuerpo son acciones fundamentales para cambiar tu actitud.
A través de vivir con atención plena puedes conseguir identificar todo ello y aceptar que tu realidad no siempre es la misma que la de los demás.
Para ello las prácticas de Mindfulness son la mejor forma de conseguirlo.
¿Te apetece probarlo? Déjame tu comentario, ¡nos encanta leerte!